Si hay algo que no entiendo, es esa manía de la gente de confundir a los niños con niñas. Las niñas son reconocibles fácilmente por los pendientes y por la ropa rosa del carrito o porque traen vestiditos. Pero claro, los niños ya es otro cantar.
Muchas veces me han dicho: ¡Qué niña más guapa!. Cuando digo que es niño, la respuesta suele ser invariablemente: Ay mujer, es que es tan guapo que parece una niña. Y yo me pregunto interiormente que si los niños no pueden ser guapos por sí mismos, sin parecerse a las niñas, pero en fin, me salgo del tema.
Cuando aclaro el sexo masculino del retoño, si la persona en cuestión dá conversación siempre digo: pero si lleva pantalones, no tiene pendientes, pelo de punta, el saco del carrito es de niño... Y me suelen contestar: ya, pero es que como a las niñas también las llevan modernas....
Osea que en conclusión, diferenciar si es niño o niña es un asunto complicado que sólo grandes especialistas dominan.
Luego está el papá de pelillos, que una vez paseando nos encontremos con una pareja conocida que había tenido una bebé que llevaba su vestidito rosa, la ropa del carrito era rosa, todo lleno de lazos. Nos dicen que se llama María la nena, y al rato dice mi costillo: ¿y qué es, niño o niña?
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