Como al principio dije que éste no va a ser sólo un blog que trate acerca de mi maternidad, voy a ir tocando otros temas.
Voy a empezar hablando de la gente que no escucha. Esa gente que apenas te deja hablar, y que rápidamente te corta para seguir ellos hablando, preferentemente de ellos mismos. Son personas que viven en un mundo paralelo. Me pregunto si al final del día recordarán algo de lo que se les dijo.
Las consecuencias de tener en tu entorno a una persona (o varias) que no te escucha, son muchas y variadas. Una de ellas, es que despues de haberles dicho varias veces algo, a la enésima vez (cuando por un milagro divino, una alineación de los planetas, o algo parecido) te escucha, se sorprende. Y tú te quedas con cara de: "pero si te lo he dicho ya un millón de veces". A mi, sin ir más lejos, me ha sucedido éstos días. Ayer, mi cuñado, que jamás escucha, al oirme decir que un diente le estaba dando un poco de guerra a Pelillos, me preguntó muy sorpendido: ¿pero ya tiene dientes?.
Teniendo en cuenta que ya hace un tiempo ME PREGUNTÓ unas dos veces si los tenía, y le respondí que si, que el otro día me preguntó que cómo estaba y le dije que un poquillo revuelto por un diente, y que en varias conversaciones ha salido el tema, me resulta un poco extraño y digno de que lo venga a investigar Iker Jiménez, que se sorprenda ayer por el echo de que tenga dientes. Dientes que por otra parte se ven claramente. Empiezo a sospechar que también tenga ceguera selectiva, pero hasta que no lo confirme no puedo asegurarlo.
Ésta consecuencia es la más irritante de las personas que no escuchan. Esa frustración, esas ganas de matar a un dulce gatito cuando ves que no te han escuchado las mil primeras veces que les has dicho algo en concreto, son a veces incontenibles. Te dan ganas de preguntarles seriamente si por un casual sus padres son hermanos.
Otra consecuencia es que esa gente tarda mucho más que la gente normal en enterarse de las cosas. Una persona que no escucha puede enterarse de que un conocido se casa un mes antes. De nada te servirá habérselo dicho medio año antes, cuatro meses antes, o un día antes. Se enterará de rebote, y se sorpenderá, y te preguntará que porqué no se lo has dicho antes. Increible pero cierto. Son misterios que la ciencia nunca comprenderá.
Una de las consecuencias que más me gustan a mi es que puedes decirles frases incoherentes en medio de vuestra conversación, porque no se enterarán. Puedes soltar derrepente un "ayer me arranqué las uñas de los pies y me las comí mientras un puercoespín me azotaba salvajemente", que no se enterarán. Palabra. Y si no me creéis, probad.
Pero aseguraos de que realmente es un verdadero especímen que no escucha. Si es una imitación, vuestra frase incoherente tendrá terribles consecuencias. Tened cuidado.
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