Parece que fue ayer cuando iba con mi barrigota por el pasillo del hospital, y me vi reflejada en una ventana y pensé: Es la última vez que me veo con barriga.
Han pasado 8 meses desde esa noche, y no me equivoco al decir que han sido los mejores de mi vida. Ser madre te cambia la vida, pero hasta que no se pasa por ello es imposible imaginarse hasta qué punto te la cambia. Para bien en todos los sentidos.
Te quiero pelillos.
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