A todos nos toca en nuestro entorno una persona imbécil. Y no imbécil de tener un retraso mental, sino imbécil de apetecerte tirarla por una ventana.
Si no la tienes, no eres consciente del extraño don con el que te ha premiado la vida. Hasta que te encuentras con un imbécil y te das cuenta de lo agustito que estabas antes.
Pero los demás tenemos que aguantar a una persona que nos cae abiertamente mal, a la cual no soportamos y que nos viene de serie, ya porque sea un familiar nuestro, un amigo de un amigo, un familiar de nuestra pareja o un compañero de trabajo. No puedes alejarte de ése ser y tampoco puedes ser descaradamente maleducado con él, porque te traerá consecuencias negativas a ti.
En mi caso, éste ser es el padre de una de mis cuñadas. Es el abuelo de la prima que le saca a Pelillos dos meses. Ya dije en otras ocasiones que odio comparar y que comparen, no es lo mismo hablar en tu casa con tu marido de lo rápido que empezó a andar X y que Y parece que va a tardar más, a decirlo en una comida familiar a gritos, porque puede parecer mal (y de echo parece mal).
Éste hombre, aparte de creerse muy gracioso y ser una de esas personas que no tienen ninguna gracia, es muy cargante. Se ríe y habla a gritos, y no escucha a nadie, sólo habla él. Cuenta chistes sin parar y aunque nadie se ria, por una inexplicable razón sigue y sigue.
Y con Pelillos ya es que me pone negra. Compara siempre y a todas horas a Pelillos con su prima, y como es de esperar, Pelillos sale perdiendo. ¡¡¿Pero no se da cuenta de que eso sobra?!! Su prima es la más guapa, la más lista, la más gorda, la que mejor come, la que mejor anda, la que mejor hace tonterías, la que más guapa está cuando se rie....
Cuando Peli nació, y vió que tenía los ojos azules, dijo inmediatamente: éstos ojos se le quitan porque son ojos de recién nacido y se le van a quitar asique no te hagas ilusiones porque de azules nada. Ahora que tiene casi un año y sigue con los ojos tan azules como cuando nació, dice: madre mia qué mala suerte habéis tenido, ojos azules... para quien los quiera, dan un montón de problemas, y son mucho más delicados, es una pena que no los tenga negritos como X*.
El otro dia dijo que qué mal andaba Peli, que si andaba como un pato todavía, que si iba con las manos levantadas, que ya quisiera andar tan bien con X*. Y me repatea bastante porque X* empezó a andar con 13 meses y Peli empezó a los 10, y ahora anda como ella por mucho que él diga que va como un pato. Y esa es otra, como él gateaba desde bien pequeño y ella nunca gateó, dijo que menuda mala suerte tuvimos, que los que gatean andan muchísimo más tarde que los que no, que ya veriamos, que con año y medio seguro que todavía no iba a andar. Pues toma en la boca.
X* cuando se cae se queda en el suelo como una tortuga y llora. No es capaz de moverse ni de dar vuelta sola. Peli se levanta al momento y no suele llorar a no ser que sea un golpe serio. Pues éste señor tiene los huevos de decir que vaya la que nos espera, porque és independiente y no nos va a querer, que ya podía ser como X* que es cariñosa y cuando se cae pide ayuda a sus papás porque los quiere. Tócate los machos.
Ayer llegó a decirnos que vaya tonto que era, que no sabía poner el dedito del añito como X*, que su nieta había aprendido rapidisimo y que éste era medio bobo porque no hacía cosas como ella. Como lo dice con una cara de risa y un tono de gracia, nadie se lo toma en cuenta, sólo el papá de Pelillos y yo, que estamos ya hasta la peineta.
Su nieta siempre es mejor. Peli ayer subió la escalera de casa de mi suegra y todos estaban asombrados menos él, que dijo que vaya mierda y que menuda tontería y que X* las sube de pie en vez de a gatas, como lo hace él. La puso allí para que todos viéramos lo bien que subía escaleras, y como era de esperar, no supo mover ni un pie. Él dijo que era porque estaba nerviosa. Luego se puso a medirlos para ver quién era más alto y me preguntó cuánto pesa para ver quién pesaba más. Pero bueno hombre, eso no se hace por dios.
Es de éste tipo de personas que creen que lo suyo es lo mejor, y no importa cómo sean los demás o lo que hagan, lo suyo siempre será lo mejor. Y es muuuuuuuuy carganteeeeeee.
Lo llevo con paciencia. Porque aún me queda mucho que aguantar. Pero con una sonrisa y buen humor, todo se lleva mejor :)
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