martes, 8 de noviembre de 2011

Manías y caquitas

Desde siempre, he sido un poco maniática. Con la limpieza, con tener las cosas colocadas, (aunque mi armario inexplicablemente se desordena sólo a los 3 días de haberlo dejado colocadito) y con muchas más cosas, y ahora que soy mamá, lo soy el doble con pelillos.

Me gusta llevarlo impecable en la medida de lo posible, y aunque sé que dentro de unos meses cuando ande y juegue se ensuciará como todo hijo de vecino, ahora le limpio meticulosamente las narices, las orejas, y todo él en general. Y veo bebés de mi entorno con narices llenas de mocos, legañas, pelo sucio, orejas llenas de cera, ropa sucia y las suelas de los "zapatos sin suela" sucias y me da una cosa que me muero. Cuando tengan dos años y juegen en el barro (por poner un ejemplo) lo veré normal, pero ahora que son bebés que no saben hacer prácticamente nada por si mismos, no puedo con ello. Y aunque parezca mentira, son bastantes los bebés que así veo día sí y día también. Hombre no con todo el pack completo, pero un día llevan las narices sucias, al otro se podrían plantar nabos en sus orejitas, al otro traen la camiseta llena de puré... ¿soy la única que no lo veo normal?

O quizá soy demasiado escrupulosa, no lo sé. Todo éste rollo va porque quiero hablar de mi sobrino. Probablemente no tiene mucho que ver lo que voy a escribir ahora con lo que puse arriba (me ha salido así). Mi sobrino cumple 3 años a primeros del año que viene. Y... se hace caca (y pis) encima. Bueno, me diréis "¿y qué? ya tendrá tiempo toda la vida para aprender" pero mi hermana la verdad es que lo lleva un poco mal. Y lo lleva mal porque es un niño muy inteligente, que aprendió a hablar muy pronto y que habla demasiado bien para el tiempo que tiene, y aún así, con lo listo que es para hacer travesuras, no pide la caca ni el pis. Es más, si lo ves que está metido de lleno en sus "sucios asuntos" y lo intentas llevar al baño, arma un pollo increíble. Vamos, que no quiere. Y a mi hermana le importa mayormente porque cuando están en el parque, derrepente mi sobri se convierte en una mofetilla andante y todos los niños lo huelen y gritan que mi sobri es un marrano y que huele mal y se entera todo el parque.

Y a ella eso no le gusta porque eso conlleva un enjambre de mamás preguntonas que le dicen cosas tipo: "¿todavía no pide caca? el mio ya se quitó el pañal hace una eternidad" y luego lo publican por todo el pueblo. Además mi sobri es muuuuy cabezota, dice que no y que no y que no va al baño y ¡punto ya está!, y se convierte en el niño aromático. Y no hay manera ni de una forma ni otra. Antes mi hermana le quitaba el pañal en casa y le decía: mira cariño no traes pañal asique pideme cuando tengas pis o caca. Sobra decir que tuvo consecuencias trágicas, mi sobri perdidito de caca y mi hermana negra (en sentido figurado). Por lo que ahora ni lo intenta. Creemos que cuando llegue el momento y esté preparado, lo pedirá. No sirve de nada agobiarlo con la caca. Como yo digo, no creo que con 20 años mi hermana le siga cambiando el pañal, ¿no?.

Hoy salimos a tomar un café mi chico, pelillos, mi hermana y mis dos sobris, el mayor (del que acabo de hablar) y el peque que se lleva poquitos días con pelillos. Conversación con mi sobri mayor:

Yo: Cariño, ¿vienes conmigo de la mano?
Sobri: No, yo voy con la pelota.
Yo: Pues tengo un bombón que era para ti y como no quieres venir conmigo, me lo comeré yo.
Sobri: Noooo, mira te doy la mano, ¿lo ves madrina? vamos de la mano juntos.
Yo: Aaah pero ahora no quiero tu mano, ¿me la das sólo porque te he dicho que tenía un bombón?
Sobri: Si, ¡quiero mi bombón!

Los niños no tienen ni pizca de picardía... jajaja.

No hay comentarios:

Publicar un comentario