lunes, 28 de noviembre de 2011

Sensibilidad médica

A veces los médicos alarman innecesariamente al darte un diagnóstico acerca de uno de tus familiares. No sé si es que no les gusta su trabajo de dar malas noticias, que pasan de nosotros los simples mortales o qué, pero se las traen.

Éste verano mi padre nos dió un grandísimo susto, del que afortunadamente se ha recuperado. Cuando en el hospital nos llamó la médica de urgencias y entremos mi madre y yo temblando, la agradable profesional, sin mirarnos casi a la cara nos espetó tranquilamente: todas las pruebas del hígado han fallado. No sabemos aún qué es exactamente, no puedo deciros nada. Podría haberlo dicho mientras se pintaba las uñas, su gesto no habría variado.

¿No puedes decirnos nada? Pues ya lo has dicho maja. Yo lo primero que pensé fue en un cáncer o un tumor en el hígado, que lo que pasaba era que ya no le funcionaba y que se iba a morir. Y yo me pregunto o mejor todavía, le preguntaría a ella: ¿si no puedes decirnos nada porque no sabes aún qué es, para qué coño nos dices lo del hígado?. Espera a confirmar que es algo realmente grave para decirnos que no le funciona el hígado, y no nos metas un susto mortal.

Sé que se tienen que guardar las espaldas y que dicen lo malo malísimo siempre primero para evitar luego problemas y demás, pero es que si no sabes qué le pasa, no hace falta que nos digas eso, que llevábamos 6 horas en urgencias muertos de miedo despues de haberlo visto tan mal y sin saber cómo estaba ni qué le pasaba ¡joer! Dínoslo después cuando sepáis exactamente qué tiene y qué deja de tener.

Además a mi me dió la impresión de vacío, de no saber... Durante el largo ingreso de mi padre, por más que perseguía a los médicos para preguntarles (mi madre con el susto no respondía, sólo estaba a su lado) no me decían gran cosa, me ignoraban bastante, nunca me dejaban las cosas claras ni me respondían claramente a casi nada de lo que preguntaba, todo era "quizás, no se sabe, podría ser, no puedo asegurarlo, es posible, no lo descartamos".

Una experiencia horrible.

A mi hermana también la asustaron mucho en su segundo embarazo insinuando que podía perder el bebé, ¡por dios! Parece que son seres insensibles, ya me gustaría a mi verlos comunicándoles lo mismo a uno de sus propios familiares.

Ésto lo he escrito porque un tío de mi pareja está mal, muy muy mal... Tiene cáncer desde hace unos años, y por lo poco que sabemos le queda muy muy poquito, quizá no llege a navidades. Cuesta creerlo al ver la vitalidad que tiene, pero su aspecto físico lo delata...

Los hijos son los que hablan con los médicos, y dicen muy poco al resto de la familia. Espero que los hayan tratado con cariño, que les hayan explicado las cosas con tacto.

Desde que murió mi abuela adorada, la mamá de mi madre, nunca me ha vuelto a tocar una muerte de cerca. Cuando mi abuela murió yo tenía 13 años, y las cosas se ven muy diferentes ahora. Me parece increíble que ese hombre tan bueno, pueda faltar de nuestras vidas. La muerte es una condición de la vida, y yo la quiero cuanto más lejos de mi familia mejor.

Aunque sé que llegará el temido día que toque a mi círculo familiar adorado directamente, y no sé cómo lo voy a poder soportar.

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