miércoles, 29 de febrero de 2012

No entiendo

"¿Has visto? A* ya le saca media cabeza a Peli, y eso que parecía que iba a ser tan grande y mira...".

Ésto se lo dijo ayer la suegra de mi hermana a mi hermana cuando estábamos en el parque y yo me había ido con Peli a los columpios. A* es el primo de Peli, son de la misma edad, Peli es mayor por 16 días.

A* va a ser el más alto de los tres primos por nuestra parte, ha salido a su padre que es muy alto y se ve que va a serlo, a diferencia de su hermano mayor que salió más a nosotras y es pequeñito. Peli no puede ser alto de ninguna manera porque su papá y yo no medimos precisamente 2 metros, yo soy muy pequeñita y su papá es normal pero no alto, y en nuestras dos familias somos normales tirando a bajitos.

Y a mi me da exactamente igual que sea alto, bajo, gordo, delgado o que se le vuelva el pelo verde. Es mi bebé y para mi es absolutamente perfecto tal y como es. Come bien, duerme bien, es un niño feliz, no tiene ningun problema, ¿porqué debería yo preocuparme de si es más alto o más bajo? ¿qué mas da eso mientras esté sano y sea feliz?.

Y lo que más me toca los mismísimos es que la gente sea tan estúpida como para alegrarse de que mi hijo sea pequeñito. ¿Estamos locos o qué?.

jueves, 23 de febrero de 2012

Carnaval y cumple de Peli

Carnaval:

Peli salió con su disfraz de cebra y su naricita pintada de negro, y llamaba la atención a todo el mundo, andando mientras arrastraba su rabito de cebra. Lo pasamos GENIAL! y  Peli acabó muertito de cansancio de tanto jugar con otros niños, con sus dos primos, y de tanto caminar, porque nonono, no quería carrito mi nene, sólo caminar y saludar a la gente, porque le hacía mucha gracia que todo el mundo se parara a verlo, y los saludaba y les tiraba besitos.

Cumple:

Una locura. Desde bien temprano preparandolo todo. Tengo que decir que todo salió genial, la tarta y los detallitos para los nenes invitados fueron espectaculares, Peli jugó todo el día, andaba nerviosisimo de ver tanta gente, tantos regalos, tanto movimiento, tantos niños. Cuando salío la tarta y la vió se le salían los ojos, le ayudemos todos a soplar su velita, y luego comió un montón de tarta. Abrimos los regalos y... locura!! Lo  tocaba todo, lo cogía todo, lo quería todo, hasta la ropa!. Tuvo un montón de regalos, muchos muchos, nos quedemos asombrados de tantos que recibió y de tanta gente, incluso mis amigos se juntaron para comprarle un regalo!. Hubo gente de lejos que me envió un correo especialmente para felicitarlo, gente que no tengo en redes sociales y con la que no hablo a menudo, por lo que no tenían porque acordarse de la fecha y que lo felicitaron simplemente porque se acordaron que ese día cumplía años mi bebé, y yo aprecio esos gestos mucho. Me emocionó mucho que haya tanta gente que lo quiera.

Por la noche, pasadas las 12, cuando empezó oficialmente su cumple, fui a su cuna. Estaba durmiendo, tan agusto, tan relajado, tan feliz. Cuando me quise dar cuenta estaba abrazandolo llorando agradeciendole que haya llegado a mi vida y prometiendole que intentaré ser la mejor madre del mundo para él. Diciendole lo mucho que lo quiero, contandole cómo fueron las horas previas a que llegara al mundo, a mi mundo. Pidiendole que me quisiera siempre, y que siempre se acordara de que su mamá lo quiere más que a su vida. No hace falta decir que no se despertó, sigió durmiendo pero una sonrisa se dibujó en su cara...


Lo quiero tanto... Y hace ya un año que nació... Cómo será posible que pase tan rápido. Sólo puedo darle las gracias, por haber nacido y por ser mi hijo, y porque desde que llegó mis días están llenos de luz, de su luz...

Hoy hemos madrugado para ir a la revisión del añito. Está bien, aunque ha engordado poco. El pediatra me ha dicho que es normal al haber empezado a andar tan pronto, pero que es pequeñito para su edad. Yo lo veo fenomenal, está guapísimo, alto no va a ser porque su papá y yo somos bajitos, come lo que él quiere y no voy a forzarlo para que engorde 300 o 500 gramos más. Era lo que me faltaba!

Que coma lo que quiera y como quiera, ya tendrá tiempo de crecer. Lo pincharon y ay... cómo lloró. Es un poco agonías y quejicoso para lo que quiere, andando se cae y se vuelve a caer y él sólo se levanta, y aunque se haya echo un poco de daño no dice ni palabra cuando está a lo suyo. Pero hoy ya lloró cuando le midieron la cabeza, que parecía que lo estaban matando! Y para la vacuna ya para qué contaros... Estaba muy desconsolado, lo vestí mientras lo abrazaba porque el pobre se hartó de llorar, incluso miraba a la enfermera con puchero.... Ésta era la última vacuna de pagar, uf, menudo respiro para el bosillo. El pobre encima con lo cansado que estaba de su cumple y lo tuve que levantar a las 9 porque teníamos la revisión a las 10. Luego se pegó una señora siesta el resto de la mañana.


Y por la tarde recibimos dos regalitos más... Tiene un montón de juguetes nuevos, y está loco de contento. Le gusta mucho jugar. Sus primos/as pasan de los juguetes pero él se vuelve loco con ellos. Cuando lleva mucho tiempo con el mismo se cansa y se lo retiro y le meto uno nuevo, y el viejo lo guardo y lo saco despues de un tiempo, y para él vuelve a ser nuevo.

Creo que nos vamos a ir derechitos a dormir, Peli ya está bostezando y es que hoy ha sido un día muy ajetreado, entre tanto jugar y la vacuna está que se cae!!

Mañana más... :)

domingo, 19 de febrero de 2012

Mi parto 2

Ya hablé de mi parto anteriormente, aquí. Hoy voy a profundizar un poco en él.

Durante todo el embarazo, no le tuve ningún miedo. Siempre he soportado muy bien el dolor, no me gustan los medicamentos ni los médicos y puedo aguantar un terrible dolor de cabeza durante días con tal de no ir al médico. Tengo una muela "inexistente", me explico, se me ha caido toda la muela que se "ve", pero está el nervio debajo. Llevo años aguantando dolores terribles de esa muela sólo por no sacarla, porque le tengo pánico a los dentistas. Me he pasado días en la cama en los que no podía ni hablar ni comer. Pero ahí está mi nervio querido. Desde que me quedé embarazada no me dolió mas, y ahora está cubierto por una encía o algo así, vamos, que no se ve.

Y por cosas así no le tenía miedo al parto. Sabía que el dolor sería durante unas horas, y siendo además para traer a mi Peli al mundo, creia que lo iba a aguantar perfectamente.

Mi cuñada tuvo a mi ahijada dos meses antes, y desde que le empezaron las contracciones, según ella, flojísimas, hasta que nació, no pasó ni una hora. No sufrió un dolor particularmente horrible ni mucho menos, en dos empujones la nena estaba fuera.

Mi hermana sin embargo para mi primer sobri pasó un parto un poco malo, lo tuvieron que sacar con ventosa. Pero ella tenía la epidural y no sentía dolor, aunque sentía "como si le estuvieran removiendo las tripas" cuando le metieron la ventosa.

Yo siempre decía que no iba a ser una de esas que gritan al dar a luz. Había decidido poner la epidural y estaba bastante tranquila, me moría de ganas de que Peli naciera.

Todas las mujeres que me contaron sus experiencias coincidian en una cosa: el dolor empezaba suave e iba subiendo de intensidad conforme el parto avanzara.

Cumplí el día 14, y se retrasó hasta el 22.

Estaba en la cama, a las 12 de la noche, me acababa de acostar. Derrepente sentí un dolor indescriptible. Me asusté porque pensé que algo iba mal. Me pareció demasiado dolor para ser el parto. Nos levantemos corriendo, me pegé una ducha rápida entre dolores atroces y nos fuimos al hospital.

El viaje fue horrible. El hospital está a 15 minutos de casa pero fue un infierno. Las contracciones cada vez eran más fuertes y cada menos tiempo. Lleguemos al hospital hacia la 1 de la mañana.

Cinturones, me pesaron, me midieron y para planta, aún no estaba dilatada.

Llegaron mis padres. En la habitación lo pasé fatal. Las contracciones eran cada minuto y medio aproximadamente, y duraban un minuto, asique sólo tenía medio minuto para descansar. Repito: el dolor era atroz. Jamás en mi vida sentí nada así. Hubo momentos en los que crei sinceramente que me iba a morir.

Había leido mucho acerca de el mejor ambiente para dar a luz. Tranquilidad, poca luz, pocas personas, la postura en la que una esté más cómoda, información acerca de todos los medicamentos que te pongan... Si soy sincera a mi me importaba una mierda que estuviera el hospital al completo mirandome, que hubiera mucha luz o poca, que me pusieran medicamentos hasta en las cejas, estar de pie o acostada. En el momento en que me entraba una contracción me tenía que encoger en la cama y la pasaba gritando. Yo, la que no iba a gritar.

Sobre las 4 la bolsa se rompió. Resumiendo, me bajaron, me pusieron la epidural y tuve aproximadamente 3 cuartos de hora de alivio relativo. Relativo porque el dolor seguía pero era más aguantable. La matrona que venía cada poco a ver cómo iba, se asombraba. Me decía que pocos partos tienen contracciones tan largas y tan poco respiro entre ellas.

Pasó el efecto de la epidural y pedí más. Llegó mi matrona, me miró, y ya estaba lo suficientemente dilatada. No podían ponerme más, tenía que parir a pelo. Al "potro" fui.

Allí si que fue un verdadero infierno. Despues de un buen rato de empujar como buenamente pude, Peli estaba encajado, tenía un poco de cabecita fuera y el resto dentro. Así estuvo dos horas, que se dice pronto. Imaginate dos horas con la cabeza de tu bebé "ahí" encajada. Yo no empujaba bien ni con fuerzas porque estaba agotada de tantas horas con esas contracciones tan bestias. Peli no salía.

Conmigo estaba el papá de Peli, mi matrona  y una enfermera. Yo gritaba como una loca. En ningún momento me riñeron ni me dijeron nada, sólo me daban palabras de ánimo, y yo loca de dolor las insultaba y les decía de todo. No me daban agua, y tenía la boca muy seca, y las quería matar.

Pregunté varias veces si el niño estaba bien, pero el resto de tiempo me lo pasé gritando sin poder contenerme cada vez que tenía una contraccion e intentando empujar como podía. Sentía tanto dolor que pensé que me iba a morir de un momento a otro.

Llegó otra matrona y me cogió la mano, me dijo que en la siguiente contracción cuando empujara saldría el nene, y así fue. El alivio fue indescriptible cuando salió y por fin paró el dolor. La placenta salió un rato despues.

Resumiendo un poco. Mi parto fue muy bestia. 9 horas muy bestias. No me dió tregua más que en los 45 minutos que me hizo efecto la epidural. Estaba tan fuera de mi que el papá de Peli estaba muy asustado y llegó a preguntar si me iba a morir.

Fue horrible. Pero Peli nació guapísimo, con un color perfecto, pese a estar dos horas encajado no salió con la cabecita deformada, me sonrió al mirarme y todo el dolor que había sufrido mereció la pena con creces.

Hace algun tiempo una conocida nos preguntó si ibamos a ir a por el segundo. Le dijimos que si, y ella me dijo: será porque has pasado un buen parto, si hubieras estado 3 horas para parir como yo... Le pregunté si había parido con epidural y me dijo que si. Ya hubiera querido yo ese parto.

Peli va a tener un hermanito/a en un futuro. Y si tengo que pasar otras 9 horas, o 20, o las que sean, de dolores, las pasaré. Porque no hay dolor que merezca más la pena pasar que el que se sufre al traer a nuestros hijos al mundo.

sábado, 18 de febrero de 2012

Preparando carnaval y el cumple de Peli

Me estoy volviendo loca con el cumple de Peli!!!!

Ya lo estoy preparando todo para que no me pille el toro, porque el martes es carnaval aquí y el miércoles ya no voy a poder hacer nada porque estaré ocupada entre la comida, decorar y demás. Asique lo tendré que hacer entre hoy, mañana y el lunes.

Muchas cosas ya las he hecho, pero todavía me queda. El lunes tengo que ir a comprar varias cosas que me faltan todavía, el martes por la mañana mi madre y yo preparemos las empanadas y demás, y por la tarte debo ir a por la tarta, y sacar a mi bebé disfrazado. Y el miércoles ya será la locura.

Hago el cumple en nuestra casa del monte, porque aquí en el piso si estamos 6 ya estamos apretados, asique 24 ni te cuento...

Y lo quiero todo tan bonito y tan perfecto para mi bebé... No se cumple un año todos los días. Un año desde que lo vi por primera vez, un año desde que llegó para hacernos completamente felices. Y aunque no se entere, lo celebraremos por todo lo alto.

Estoy esforzandome mucho para tenerlo todo mono y bonito ese día. No soy muy ducha con las manualidades pero lo estoy intentando, y de momento no está quedando tan mal. El problema es que no estoy arriba, en la casa, para ver dónde pongo ésto y aquello, lo tengo que hacer a ojo y hasta que no llegue y lo coloque no veré si el resultado final ha merecido la pena.

Y otra cosa que me preocupa es el tiempo... Si llueve, sería un contratiempo importante. Lo primero, mi casa de arriba está en un pueblo que no tiene luz, básicamente porque no vive nadie, y cuando nos vayamos será de noche y tendremos que ir palpando hasta el coche jaja. La gente va a tener que aparcar arriba, en el aparcamiento del pueblo, y bajar andando hasta nuestra casa, que está un poquito más abajo. Se tardan 5 minutos pero lloviendo, con el barro y demás.. es un problema.

Pero no hay otra solución. En casa está claro que no. Papá de Peli quería hacerlo en el bar de sus tios, dónde celebremos el bautizo, pero yo no quiero. No es lo mismo decorar tu casa y estar en tu casa que en un bar.

Asique ahí estoy, rezando para que no llueva. 

Por otro lado Peli ya tiene su disfraz de carnaval, y va a estar guapísimo, aunque está mal que yo lo diga. Le he comprado un disfraz de Tom Arma, el de la cebra. Su primo A* va a ir de elefante, con un disfraz de Tom Arma también. Como son prácticamente de la misma edad, van a estar muy comestibles. Y su primo mayor, va de cazador. Le preguntas de qué se disfraza y te dice todo gracioso: "De cazador, para cazar a éstos dos!!".

Fui a hacerle una sesión de fotos disfrazado, porque está tan guapo que merece la pena guardar el recuerdo. Es tan gracioso, con el rabo de cebra y la cabezota. Para comerlo y no dejar ni el disfraz.

Espero que el año que viene no se me junte todo, carnaval y cumple. El año pasado, cuando nació Peli, me acuerdo de que carnaval fue a la semana siguiente. Peli nació de martes, y aquí se celebró el martes siguiente. Aver si el año que viene tengo suerte porque sino me volveré loca directamente!.

Aquí van los dos disfraces, aunque os aseguro que mi nene y mi sobri los rellenan mucho mejor!!!!!



viernes, 17 de febrero de 2012

Suegras y nietos

Ésta entrada va dedicada a las suegras de España (no os enfadéis mucho!)

Mi opinión acerca del trato entre nuestras suegras y nuestros hijos, parte de mi experiencia con mi suegra. Me consta que existen suegras maravillosas y suegras menos maravillosas, hay de todo y a unas nos toca uno y a otras otro.

Mi suegra particularmente no es una suegra odiosa de éstas que te hacen la vida imposible. Tampoco es una mujer tan maravillosa que pueda considerarla una segunda madre. Ella está en el punto intermedio.

No es una mujer cariñosa. Pero no lo es ni con Peli, ni con sus otras nietas, ni con sus hijos, ni con su pareja, ni con nadie. Simplemente no es cariñosa. No es la típica que en cuanto llegas a su casa se come al niño a besos, despues besa a su hijo y a ti, y os tiene preparado un bizcocho de chuparse los dedos.

Mi suegra es buena persona. Tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, como tenemos todos. Pero es buena. A mi me aceptó sin reservas cuando entré en su familia, pese a la diferencia de edad entre el papá de Peli y yo, que es mucha. Sé que mucha gente nos criticó. Pero mi suegra jamás dijo nada y siempre me recibió con una sonrisa.

Con Peli, es complicado el tema. Ella es muy terca. Casi tanto como yo. Por lo que chocamos. Ella insiste en una cosa referente al nene, y yo insisto con la misma terquedad en la contraria. Pero aparte de eso, nos llevamos bien.

No le gustan demasiado los niños, diga lo que diga, y eso que ella tuvo 3. Tuvo 3, sí, pero ninguno buscado. Y en los tres casos la ayudó siempre su familia, que es muy grande, para cuidarselos todo el día. Ellos 3 han pasado más tiempo con la abuela materna y las tias que con su madre, y el mayor vivió siempre, desde bebé, en casa de los abuelos, mientras que los otros dos con ella. Siempre cuenta que cuando quedó embarazada del tercero, saltaba de las mesas para "perderlo". Lo cuenta con toda la naturalidad del mundo delante de sus hijos, familia y amigos, y ni el afectado en cuestión (el tercer hijo) ni nadie lo ve raro. Por lo que no voy a ir yo a meterme a opinar.

Cuando Peli o alguna de sus primas se quedan en su casa a pasar la tarde por cualquier motivo, los cuida su pareja. Ella evita cuidarlos, y una vez que dejemos a Peli para ir a una cena, nos llamó a las 10 de la noche porque Peli lloraba, para que fueramos a buscarlo porque estaba sola y "el niño no se calla".

No tiene mucha paciencia para ellos. Y see mete continuamente en las cosas de Peli, ordenandome cómo darle de comer o cómo vestirlo. En esas cosas, chocamos mucho.

Pero los quiere. Y con sus hijos es una fiera defensora. Pese a lo que pueda parecer, siempre dice que sus hijos primero, despues los nietos, despues la familia y por último las nueras. Y los defiende en todo, tengan razón o no.

Pero es buena y quiere a Peli, que es lo único que me importa :)

miércoles, 15 de febrero de 2012

Caprichos

Pelillos es muuuy caprichoso.

Si tiene algo en la mano y se lo quitas, empieza a gritar y llorar y se le caen lagrimones. Si se lo das otra vez, instantáneamente le pasa el disgusto. Digno de ver.

Ha pasado de tener miedo a bañarse, a no querer salir de la bañera. Es feliz entre sus patos de goma y sus juguetes de baño. Pero cuando lo saco.... puede pasarse 10 minutos gritando y llorando sin parar. Por lo que todos los días en la hora del baño hay un lío en casa de narices. Yo me pongo nerviosisima y lo intento secar y vestir lo antes posible para que no se enfríe, y mientras él llora y llora disgustadisimo, no hay consuelo ni abrazandolo ni dándole juguetes. En cuando está seco y vestido y lo pongo en el suelo, ¡tachán! se le pasa todo.

Sé que llora por puro capricho. Está más que comprobado que en cuanto tiene lo que quiere, se le pasa todo y está tan normal como siempre. Pero me preocupa, primero porque no me gusta ni un pelo verlo llorar, y segundo porque no sé si esto se acentuará con el tiempo o será una racha. Hoy por hoy, Peli es un niño muy caprichoso...

Y está empezando a tener muuuuchos mimos de mamá. Me busca con los ojos si le parece que estoy muy lejos de él, sólo me quiere a mi cuando llora, viene andando con sus pasitos que me apetece comerlo y me pone la cabecita en la pierna para que lo coja... Y qué queréis que os diga, a mi me encanta!!!

martes, 14 de febrero de 2012

"Preparaos para dormir poco"

He aquí una de esas frases que te acostumbras a oir cuando tu pareja y tú vais a ser papás. Se podría decir que es la frase por excelencia de los papás veteranos a los papás novatos.

Nosotros hemos tenido mucha suerte con Pelillos. Recién nacido despertaba por las noches cada 3-4 horas para comer y se dormía inmediatamente despues. No tengo malos recuerdos de pasar noches en blanco ni de despertar agotada. De echo, yo dormía muy bien y muy agusto. A los 4-5 meses ya dormía desde las 10 hasta las 6 y fue aumentando hasta que ahora se acuesta a las 10 ó 10 y media de la noche y hasta las 10 y media u once de la mañana del día siguiente no se mueve.

No se despierta por las noches, duerme del tirón. A no ser que esté malito, o que haya perdido o se le haya caido su pipi (chupete). Sus progenitores estabamos aterrados por culpa del hermano menor del papá de Peli, que tuvo una niña dos meses antes, y los primeros meses dormía fatal. Nos decía que nos preparáramos, que ellos pasaban la noche en vela.

Perola verdad es que Peli nunca ha dado un problema para dormirse. A partir de las 10 empieza a frotarse los ojos y se ve que está que se cae de sueño. Lo abrazo y uso mi táctica infalible de meneo y canción y está sopa en 5 minutos.

Por el día últimamente se duerme nada más comer. En las últimas cucharadas ya se le cierran los ojos. Hay días que se me ha dormido en la trona mientras yo recogía las cosas de su comida, en un momento ya estaba dormido. Duerme dos horas largas, y ya puedes hablar o tener la tele alta que no se despierta nunca, tiene un sueño muy profundo. Tambien hay días que duerme un poquitin por la mañana, y cuando vamos en coche se duerme en su silla inmediatamente, sea un trayecto de 10 minutos o de una hora.

Cuando estamos en casa de las abuelas y Peli tiene sueño, sea por la mañana o por la tarde, viene a que lo coja y se acurruca en mi regazo y se duerme. Entonces empieza la canción de mi suegra/mi madre, dependiendo la casa donde estemos. "Echa a ese niño en el sofá, ese niño está incómodo, acuestalo en mi cama, pero niña vete y echalo en el sofá que miralo que ahí no está agusto, que tú te vas a cansar, acuesta a ese niño que estará más cómodo..." y pueden seguir hasta el infinito. El problema es que fuera de casa, Peli sólo acepta para dormir los brazos de su mami. O eso, o si está en el carrito, en el carrito. Pero los brazos de mamá son sagrados.

Pero insisten tantísimo que al final tienes que ceder, aunque ya las has avisado 98346507 veces de que si lo acuestas se despierta. Pues ellas, erre que erre, me lo cogen y al sofá/cama. Y como es de esperar, Peli se despierta inmediatamente y llora mirandome porque me quiere a mi. Yo soy su cama. Y eso ellas no lo entienden. Yo siempre digo que si el niño no estuviera agusto, no se dormiría en mi cuello. Él quiere dormir ahí, yo quiero que él duerma ahí, y no me pesa ni me molesta para nada. Pero hay veces que debo hablar otro idioma diferente y no me entienden. En fin.

Volviendo al tema, creo por lo que veo a mi alrededor que hemos tenido mucha suerte. Mi sobri pequeño, que tiene 16 días menos que Peli, aún despierta cada 3 horas y nunca ha dormido una noche del tirón. Llora y llora. Por el día es buenisimo, pero es llegar la noche y se transforma. Mi hermana y mi cuñado están agotados.

Y nosotros, las contadas noches que ha llorado Peli un poco y lo he tenido que volver a dormir, nos hemos levantados molidos, y eso que a lo mejor fue media hora en toda la noche lo que pudo llorar. La falta de costumbre.

Asique yo he seguido con mi rutina de sueño de hace años, me suelo acostar a la 1 o las 2, y sé que hasta las 11 no hay nene y que dormiré de sobra. Antes me levantaba incluso antes, pero ahora me estoy volviendo una dormilona. Mi hermana se echa las manos a la cabeza y me propone cambiar los niños y darme un jamón encima.

 Cuando ahora veo a una conocida a punto de dar a luz, le digo que se prepare para comprarse baberos porque le va a caer la baba con su bebé. No puedo decir que se preparen para no dormir, porque nosotros dormimos, y mucho.

lunes, 13 de febrero de 2012

¡Está nevando!

Y con ganas, espero que hoy cubra y poder salir con Peli a la nieve!!

Está cada día más enamorado de los perros, hasta tal extremo que he tenido que meterle a la pequeña en el corralito con él, porque la señalaba y lloraba, quiere estar con ella. Hoy ha sido el primer día que están juntos dentro (llevan un ratito), y Peli está loco de contento. Se rie él solo y da palmitas de contento, y le da juguetes a la perra, como si esperara que fuera a jugar con él... Me parto jajaja.

Y sigue nevando!!!!!!!!!! Me encanta ver nevar... es tan bonito... Ahora está trapiando como decimos en mi tierra, caen trapos del cielo...

Adoro la nieve!

sábado, 11 de febrero de 2012

Partos en casa

La abanderada del parto en casa muere al dar a luz

La australiana Caroline Lovell, de 36 años y tenaz defensora del parto en el hogar, falleció de un ataque cardiaco al dar a luz a su segunda hija en su casa. La niña, afortunadamente, sí sobrevivió, según informó la publicación británica Daily Mail.
La tragedia, ocurrida en Melbourne el 23 de enero pasado, vuelve a encender de esta manera el debate sobre la seguridad de los partos fuera de hospitales o clínicas.
Lovell fue una firme activista del “parto en casa”. En su lucha por instalar este tipo de nacimientos, había solicitado al Gobierno que éste colaborara para que las mujeres pudieran optar con tranquilidad por esta opción. En una de las cartas que escribió denunciaba que “la vida estará en peligro sin la ayuda de matronas adecuadas por parte del Estado” y lamentaba que, como madre, no iba “a tener más remedio que tener un parto sin asistencia en el hogar”.
Según indica el medio británico, una de las matronas que asistía a Lovell aseguró “que la causa de su muerte podría ser una hemorragia”, aunque aún se investigan las causas.

En muchos países desarrollados, el parto en casa se ​​redujo drásticamente en el siglo 20. En EE.UU., por ejemplo, se redujo de 50 por ciento en 1938 a menos del 1 por ciento en 1955. Según la Asociación Americana del Embarazo los riesgos asociados con el parto en el hogar son el “sufrimiento fetal, prolapso de cordón, hemorragia y la hipertensión arterial”.

Me enteré de ésta noticia poco despues de que sucediera, y hoy he decidido hablar acerca de lo que pienso de los partos en casa.

Yo no apoyo éste tipo de partos. Respeto enormemente a las parejas que así deciden que su bebé llegue a éste mundo, pero no lo comparto.

Y no lo comparto porque me parece una opción muy peligrosa. Uno de los argumentos de las fieles defensoras del parto en casa es que desde siempre las mujeres han dado a luz en sus casas y que todas podemos hacerlo. 

Lo primero que voy a decir es que me parece muy inconsciente. No sabes si tu bebé vendrá de culo, si precisarás una cesárea, si va a nacer prematuro y necesitará cuidados hospitalarios en el instante de nacer que tú en tu casa no podrás proporcionarle. Ésto lo digo acerca de las mujeres que no hacen seguimiento del embarazo. A las que sí que lo hacen y acuden a un hospital para hacerse ecografías, controlar el bienestar de su bebé y ver que todo va bien para luego decidir un parto en casa, no las entiendo. No quieren dar a luz en el hospital pero van allí a hacer pruebas para el bienestar de su futuro bebé.

Creo que las mujeres de tiempos pasados, habiendo una opción para dar a luz en un lugar dónde te podrán salvar la vida a ti y a tu bebé en caso de que se complique, la habrían aceptado sin duda. Muchas, muchísimas mujeres fallecieron dando a luz y sus bebés con ellas. Y los bebés que sobrevivían, lo hacían sin madre. Y las madres que sobrevivían (pocas), sin bebé. Antiguamente estaba a la orden del día morir dando a luz. 

La mamá de la mejor amiga de mi madre, que ya es muy viejita, perdió a tres bebés en dos partos; en uno venían gemelas y murieron las dos, y en el otro un niño. El niño murió porque era muy prematuro y las niñas nacieron las dos afixiadas, estuvo dos días de parto. Siempre ha dicho que la gente que da a luz en sus casas está loca, que ella pasó por eso y que si hubiera habido la opción de un hospital jamás se le habría pasado por la cabeza tener a sus hijos en casa.

Yo no me atrevería. Y ya no por mi, sino por mi bebé. ¿Y si algo sale mal, no da tiempo a llegar al hospital y muere? ¿Cómo viviría lo que me quedara de vida sabiendo que en un hospital mi hijo habría sobrevivido? 

Creo que habiendo los medios que hay hoy en día, dar a luz en casa es un atraso. El otro día, hablando con mi tia (ya hablé de ella otras veces, trabaja en la planta de maternidad de un hospital atendiendo a los recién nacidos y a las mamás), comentabamos la noticia que puse al principio. Y me contó lo que sucedió hace poco en su hospital.

Una mamá quería dar a luz en casa, y lo hizo con ayuda de una matrona. El bebé sufrió mucho para nacer, y finalmente nació con una insuficiencia de oxígeno que le ocasionó una parada. Llegó al hospital de milagro y convulsionando y aunque salvaron su vida, padecerá un retraso mental notable el resto de su vida. Si hubiera dado a luz en el hospital, ésto se habría evitado.

Ésto no quita que muchísimas mamás den a luz en casa con final feliz y sus bebés esten perfectamente. Pero yo no me atrevo.

La abuela de mi abuela paterna murió dando a luz a trillizos. Murieron los cuatro. Quizá hoy en día, se podría haber evitado. O quizá no.

viernes, 10 de febrero de 2012

Vaselina, ¡ñam ñam!

Peli ha recuperado su apetito y lleva unos días devorando todo lo que pilla.

Pero ayer devoró algo que no está dentro de lo que podríamos denominar un "alimento nutritivo". Explico el caso.

Estaba él panchamente en su corralito muy emocionado con un puercoespín de juguete, y yo estaba haciendo un poco de todo, que si coloco la ropa recién planchada, que si recojo sus juguetes... Lo de todos los días.

Vi que le llamaba mucho la atención un tarrito mio de vaselina para los labios que había encima de la mesa. De éstos rosas redondos de toda la vida. Lo miraba y lo miraba y decia: UA! UA! UA!, seña inequívoca de que lo quería. Lo cerré a cal y canto (es de rosca), lo apreté bien y se lo di, en mi convencimiento de que era imposible que lo abriera. Estaba contentísimo y jugaba a tirarlo y recogerlo. Seguí a lo mio.

Él estaba muy entretenido, y daba grititos de contento. A los 10 minutos aproximadamente me asomé a darle/pedirle un beso y casi me da un infarto.

Peli era todo él un aromático niño-vaselina. Todavía no sé cómo, pero consiguió abrirlo, y estaba lleno de vaselina por los pelos, las orejas, la cara, las narices, las manos, la ropa.... Sus juguetes tenían vaselina, sus peluches, todo lo que había tocado estaba pringoso y resbaladizo. El bote, nuevo, estaba mediado y con marcas de mini-uñitas.

Ésto pasó a las 10 de la noche, y después de haber sufrido ése mismo día la caquita mortal de la que hablé en el post de ayer. Creo que Peli quiere matarme y no sabe cómo.

Asique a las 10 nos fuimos a la bañera otra vez, habiendonos bañado a las 9. Hoy todavía tenía el pelo un poco raruno, y eso que se lo froté bien. Cuando su papi llegó al poco de trabajar, se moría de risa. Claro, como él no vivió un momento traumático creyendo que se la había comido y se iba a intoxicar...

¡Éste niño un día me mata de un disgusto!

jueves, 9 de febrero de 2012

Pelillos desbordante

Creo que hoy Pelillos ha perdido un kilo sin lugar a dudas.

Estaba yo felizmente sentada en mi sofá, con Peli en su corralito jugando con una jirafa y dando grititos, yo tenía en mi mano una taza de colacao, todo era perfecto y la nuestra era una imagen idílica.

Hasta que de pronto mi radar detectó un olor sospechoso. Miré de reojo a Peli y como no vi en él sus caracterías señas de que está enfrascado en sus sucios asuntos (apretamiento de puños, rojez en la cara y sonidos de "empujar") seguí a lo mío creyendo que habría sido un pedete.

Pero no. El destino tenía reservado para mi un cruel castigo. Al rato volvió el olor sospechoso y decidí mirar su pañal, por si acaso. Nada más cogerlo ya vi (y olí) que era inminente. Lo llevé a su habitación con toda tranquilidad, ajena a lo que iba a ocurrir despues.

Yo me esperaba una caquita normal, como las que hace siempre, unas más grandes, otras más peques, pero dentro de los límites de la normalidad.


Y aquello no era PARA NADA normal.

Nada más quitarle los pantalones y ver que ya había allí pruebas marrones del delito, me quedé perpleja. El body ya estaba calado enterito, para tirar. Pero al quitar el body y abrir el pañal.... empezó el horror.

Aquello no era una simple caquita. Creo que ni yo misma podría expulsar de mi cuerpo esa cantidad. Peli debió de quedarse vacío por dentro, porque aquello no era normal. Le llegaba hasta las tetitas y por detrás a media espalda. Era lodo marrón proveniente de las charcas del infierno.

Estuve tentada de llamar a Iker Jiménez, pero decidí que era primordial liberar a Peli de semejante arma de destrucción masiva, y directamente con el culo limpio nos fuimos a la bañera por si acaso.

Durante el duro proceso, en el que murieron muchas toallitas, Peli estuvo muerto de risa y tirandome besos, supongo que para compensar.

Éstas cosas hay que avisarlas con tiempo, hombre!

miércoles, 8 de febrero de 2012

Besitos y libros

Peli esá que me lo comoooooo.....!!!

Lleva unos días de lo más besucón y a mi se me cae la baba literalmente cuando me da sus besos llenos de babas. Cuando más besos reparte es en la cama, se los da hasta a los perros.

Ayer estuve haciendo limpieza en el amario, guardando ropita que ya no le vale... Qué pena me dió, por dios... Se me cayó hasta alguna lagrimita. Increible la cantidad de ropa que guardé, quedó el armario irreconocible. Y aproveché para sacar ropita de la que le regalaron al nacer, que me descuido y poco más y ya no la puede usar. Lo del año le queda justo, y eso que todavía no lo ha cumplido. Ya le queda poca ropita de esa, un par de pijamas de 18 meses y alguna camiseta.

Y estoy haciendo una mega limpieza en su cuarto, aver si saco espacio de algún lado. Hemos comprado una estantería (¡POR FINNN!) para mis libros, que estaban desperdigados por toda la casa. Es lo malo de estar con alguien que detesta leer, y que en su casa no hay ni una estantería, ni sitio para ponerla...

Y yo tengo muchos libros. Muchos muchos muchos. Algunos estaban en una que habíamos puesto en la pared de la habitación de Peli, pero era muy pequeña y ahora está para las cosas de Peli.  Hemos quitado un mueble del salón que no servía para nada y ¡voilá! mi adorada estantería nueva ya está completa. El papá de Peli ya está poniendose nervioso porque ha quedado claro que esa estantería, pese a ser muy grande, se queda peque para mis libros.... y ahora si que no hay sitio ya para otra, y todavía tengo muchos que traer de casa de mi madre.

Asique la habitación de Peli va ganando espacio poco a poco. Estoy moviendo muebles, colocandolo todo aver si así queda más amplio. Crucemos los dedos.

Por cierto, Peli ya sabe bajarse solo de nuestra cama... Hay que tener mil ojos!

martes, 7 de febrero de 2012

Rinnnggg Rinnnggg

Cuando yo era pequeña, era una niña muy charlatana. Hablaba y hablaba sin parar y aburria hasta a las piedras, hablaba con las vecinas, hablaba con los muñecos, y si hacía falta hablaba sola y me respondía y tenía unas conversaciones muy interesantes conmigo misma.

Por la calle, cuando iba con mi madre, era lo mismo. Hablaba en la cola del súper, en la cola del banco, en la cola de la frutería, con cualquier persona que estuviera cerca. Preguntaba cosas y acosaba a las señoras de tal manera que alguna hasta ponía como excusa que se había olvidado de la leche y se iba de la cola por no aguantarme.

Aparte de ésto, yo era muy descarada. Recuerdo como memorables dos ocasiones, la primera le pregunté a una señora que porqué era tan fea, y la segunda le pregunté a un señor que si su nariz era de verdad o postiza, y cuando me respondió que era de verdad le dije que era como Dumbo. En las dos ocasiones me llevé un perrizco terrible de mi madre, que se moría de verguenza.

Aparte de ésto, yo lo contaba todo. Contaba lo que comía en casa, de qué color era la escobilla de mi váter y que mi padre roncaba cuando echaba la siesta. Y mis padres tenían que andarse con pies de plomo cuando hablaban de algo delante de mi.

Una vez, en la carnicería, una señora me dijo que vaya abrigo más bonito llevaba. Yo dije inmediatamente que no era mio, que era de mi prima, y que ése mes cómo había que comprarle a mi hermana unas gafas muy caras, no teníamos dinero y mi madre se lo tuvo que pedir prestado a mi tia. Consecuencias: un castigo épico y terrible.

A partir de ese momento tuvieron muchísimo más cuidado de lo que decían en mi presencia, y me mandaban a ver los dibujos cuando querían hablar de algo importante. Pero yo escuchaba detrás de las puertas, costumbre que había acogido con mucho gusto desde que una vez vi a mi abuela detrás de las cortinas con la antena puesta para ver lo que decían dos vecinas en el patio. Los espiaba y me parecía la mar de divertido, y luego, cuando soltaba cosas, mis padres se decían uno a otro: ¡pero cómo lo sabe! ¿se lo has dicho tú?; no, se lo habrás dicho tú que se te escapa todo siempre ¡a quien se le ocurre!.

Y llegó un momento que mi hermana se echó un noviecillo medio formal. Yo tendría 8 años y ella 20. Me repitieron por activa y por pasiva que no se lo contara a nadie ni lo comentara con nadie.

Hasta que un fatídico día llamó la mejor amiga de mi hermana por aquel entonces a casa. Tengo que aclarar en éste punto que yo adoraba coger el teléfono, me encantaba, me enloquecía, era feliz respondiendo al teléfono. Como os imaginareis, respondi yo, y la voz de la amiga de mi hermana me preguntó por ella.

Yo puse la voz más cursilonga que pude y dije: no está.... está con RUBEEEENNNN...... (léase con entonación). La amiga en cuestión me dió las gracias y colgó. Yo estaba sola en casa con mi abuela por lo que nadie más fue testigo.

El caso es que despues de esa respuesta que yo consideré totalmente inocente, vino la tormenta. Resulta que mi hermana le había dicho a su amiga que no salía ese día, que se quedaba en casa estudiando, pero sus maquiavélicos planes eran irse con su novio. Por lo que la amiga llamó a media tarde para charlar un poco con ella y preguntarle cómo iba, y se encontró con que le había mentido. Y ésto desencadenó en una fuerte discusión entre ellas, mi hermana llorando, mi madre disgustada... Y buscaron el origen del problema, YO.

Me cayó encima una bronca de dimensiones bíblicas. No entendia muy bien lo que pasaba pero me quedó claro que no debía haberle dicho que estaba con su novio. Porque al decirselo había hecho que dos amigas se separaran y demás. Se me ocurrió decir que la culpa no era mia sino de mi hermana, que la que había mentido era ella, y mi madre se puso de un rojo peligroso.

Las consecuencias fueron tres semanas en mi habitación a oscuras y acostada en mi cama, sólo podía salir para ir al baño y para comer. Ese castigo les encantaba a mis padres, me tuvieron un verano completo (se dice pronto...) en mi habitación a oscuras con la persiana bajada y sin poder hacer nada más que estar acostada "pensando en lo que has hecho" (que en ése caso fue suspender dos). Y despues de las tres semanas, tardé dos meses en poder ver la tele y poder salir a jugar a la calle.

Y la otra parte del desproporcionado castigo fue que se me prohibió tocar el teléfono. Ni acercarme. Con decir que a los 13 todavía no podía responder cuando alguien llamaba... Y si estaba sola en casa lo tenía que dejar sonar, que si era algo importante ya llamarían más tarde.

Es curioso porque cuando entré en la adolescencia, me volví todo lo contrario a como era cuando era niña. Tímida, no levantaba la cabeza del suelo, no hablaba si podía evitarlo, me daba verguenza todo...

Y a día de hoy si llaman al teléfono en casa de mis padres, me da respeto cogerlo.

Estamos que desbordamos

Lleva tres días lloviendo sin parar. Sin parar es sin parar, parece que alguien se aburria allí arriba y está tirando jarras y jarras de agua.

Vivo en una zona verde y lluviosa. El terreno está más que acostumbrado a la lluvia. Pero a tanta no, y como era de esperar, baja el río que esá a un plis de desbordar.

Ésto ya pasó el año pasado, y tuvieron que abrir el pantano porque había riesgo de que reventara la presa. Subimos a verlo (of course) y era impresionante ver todas las compuertas totalmente abiertas. Éste año no hemos subido, básicamente porque sigue lloviendo a cántaros y es muy incómodo salir de casa.

Pero hace dos días, fuimos a dar una vuelta por "arriba", osea, los pueblos que están más arriba. Y el agua caia de todos lados, arrollaba por las montañas y caia de prados y peñas indistintamente. Había una súper catarata en plena carretera y pasemos por debajo dos veces a falta de una porque molaba un montón.

Prados inundados, carreteras medio inundadas... todo estaba inundado y el agua salía de cada peña y de cada piedra. Y ésto fue hace dos días, y sólo llevaba un día lloviendo. Ahora que lleva tres, quien sabe como estará. Por si acaso hay desprendimientos no nos atrevemos a subir otra vez, y por lo que sé, está cortada la carretera en varios puntos y los de los pueblos de arriba no pueden bajar.

Dónde nosotros vivimos, tenemos un prado inmenso delante de casa, y el río. Y el río baja muy, muy alto. Yo me asomo cada poco por si desborda no perdermelo. Nuestras cocheras, que están por debajo del nivel del río, están inundadas.

Si ésto pasara en el sur todavía lo vería más normal. Pero en pleno norte, y en ésta zona que está al ladito de un puerto de montaña, y muy alta, no lo veo tan normal. Y al llevar pasando dos años... no sé yo.

Aver si se está delantando el fin del mundo!

lunes, 6 de febrero de 2012

Qué carganteee

A todos nos toca en nuestro entorno una persona imbécil. Y no imbécil de tener un retraso mental, sino imbécil de apetecerte tirarla por una ventana.

Si no la tienes, no eres consciente del extraño don con el que te ha premiado la vida. Hasta que te encuentras con un imbécil y te das cuenta de lo agustito que estabas antes.

Pero los demás tenemos que aguantar a una persona que nos cae abiertamente mal, a la cual no soportamos y que nos viene de serie, ya porque sea un familiar nuestro, un amigo de un amigo, un familiar de nuestra pareja o un compañero de trabajo. No puedes alejarte de ése ser y tampoco puedes ser descaradamente maleducado con él, porque te traerá consecuencias negativas a ti.

En mi caso, éste ser es el padre de una de mis cuñadas. Es el abuelo de la prima que le saca a Pelillos dos meses. Ya dije en otras ocasiones que odio comparar y que comparen, no es lo mismo hablar en tu casa con tu marido de lo rápido que empezó a andar X y que Y parece que va a tardar más, a decirlo en una comida familiar a gritos, porque puede parecer mal (y de echo parece mal).

Éste hombre, aparte de creerse muy gracioso y ser una de esas personas que no tienen ninguna gracia, es muy cargante. Se ríe y habla a gritos, y no escucha a nadie, sólo habla él. Cuenta chistes sin parar y aunque nadie se ria, por una inexplicable razón sigue y sigue.

Y con Pelillos ya es que me pone negra. Compara siempre y a todas horas a Pelillos con su prima, y como es de esperar, Pelillos sale perdiendo. ¡¡¿Pero no se da cuenta de que eso sobra?!! Su prima es la más guapa, la más lista, la más gorda, la que mejor come, la que mejor anda, la que mejor hace tonterías, la que más guapa está cuando se rie....

Cuando Peli nació, y vió que tenía los ojos azules, dijo inmediatamente: éstos ojos se le quitan porque son ojos de recién nacido y se le van a quitar asique no te hagas ilusiones porque de azules nada. Ahora que tiene casi un año y sigue con los ojos tan azules como cuando nació, dice: madre mia qué mala suerte habéis tenido, ojos azules... para quien los quiera, dan un montón de problemas, y son mucho más delicados, es una pena que no los tenga negritos como X*.

El otro dia dijo que qué mal andaba Peli, que si andaba como un pato todavía, que si iba con las manos levantadas, que ya quisiera andar tan bien con X*. Y me repatea bastante porque X* empezó a andar con 13 meses y Peli empezó a los 10, y ahora anda como ella por mucho que él diga que va como un pato. Y esa es otra, como él gateaba desde bien pequeño y ella nunca gateó, dijo que menuda mala suerte tuvimos, que los que gatean andan muchísimo más tarde que los que no, que ya veriamos, que con año y medio seguro que todavía no iba a andar. Pues toma en la boca.

X* cuando se cae se queda en el suelo como una tortuga y llora. No es capaz de moverse ni de dar vuelta sola. Peli se levanta al momento y no suele llorar a no ser que sea un golpe serio. Pues éste señor tiene los huevos de decir que vaya la que nos espera, porque és independiente y no nos va a querer, que ya podía ser como X* que es cariñosa y cuando se cae pide ayuda a sus papás porque los quiere. Tócate los machos.

Ayer llegó a decirnos que vaya tonto que era, que no sabía poner el dedito del añito como X*, que su nieta había aprendido rapidisimo y que éste era medio bobo porque no hacía cosas como ella. Como lo dice con una cara de risa y un tono de gracia, nadie se lo toma en cuenta, sólo el papá de Pelillos y yo, que estamos ya hasta la peineta.

Su nieta siempre es mejor. Peli ayer subió la escalera de casa de mi suegra y todos estaban asombrados menos él, que dijo que vaya mierda y que menuda tontería y que X* las sube de pie en vez de a gatas, como lo hace él. La puso allí para que todos viéramos lo bien que subía escaleras, y como era de esperar, no supo mover ni un pie. Él dijo que era porque estaba nerviosa. Luego se puso a medirlos para ver quién era más alto y me preguntó cuánto pesa para ver quién pesaba más. Pero bueno hombre, eso no se hace por dios.

Es de éste tipo de personas que creen que lo suyo es lo mejor, y no importa cómo sean los demás o lo que hagan, lo suyo siempre será lo mejor. Y es muuuuuuuuy carganteeeeeee.

Lo llevo con paciencia. Porque aún me queda mucho que aguantar. Pero con una sonrisa y buen humor, todo se lleva mejor :)

domingo, 5 de febrero de 2012

Hemos estado malitos

El otro día, llegué a casa de mi hermana y estaba mi sobri mayor recién despertado de la siesta. Me dió un beso, y yo le pregunté: ¿has dormido bien cariño? ¿has soñado con alguien?, y me respondió: siii, con K* (uno de mis perros). Yo le dije: ¿si? ¿y que hacía K*? Y me contestó: quererme....   ¿No es para comerlo?

Cambiando de tema, Pelillos estuvo un poco malito el martes. Le subió la fiebre por segunda vez en su vida, y estaba molido mi bebé, sólo quería cuello, que lo abrazara y lo tuviera junto a mi, pero no era capaz de dormirse, sólo estaba ahí con los ojitos cansados mirandome. Se me rompia el corazón.

A la 1 de la mañana, despues de haber vomitado 3 veces, lo llevemos a urgencias porque tenía casi 40 y el baño templado y el apiretal no habían funcionado, y yo me preocupé muchísimo. Supongo que será normal y todo eso pero yo es la primera vez que lo veo con tanta fiebre y tan apagado. Nos dijeron que apiretal cada 4 horas, que por la mañana al pediatra, y que estaban todos los niños igual por nuestra zona, sobre todo los de 1 año y 2 años.

Por la mañana, ya no tenía apenas fiebre y estaba bien, pero la que tenía fiebre entonces era yo. 39 y subiendo. Nunca me suele subir la fiebre, y estaba hecha polvo. El papá de pelillos tuvo que llamar al trabajo y decir que no podía ir, y llevarlo él al pediatra y cuidarlo a él y a mi todo el día.


Pero ahora ya estamos bien, y disfrutando de que ha nevado un poquito éstos días, aunque hoy llueve sin parar y se va a llevar toda la nieve.

Queda cada vez menos para el cumple :)

sábado, 4 de febrero de 2012

Abrir una cuenta bancaria a un recién nacido, ¿si o no?

No sé en otras zonas, pero en la mia se lleva la moda de abrir una cuenta bancaria a tu bebé recién nacido, e ir ingresándole allí el dinero que reciba (sea al nacer, en sus cumpleaños, dinero que le dan abuelos o familiares...) o el dinero que los padres quieran mensualmente, con la idea de que cuando llegue a la mayoría de edad y pueda usar su cuenta, tenga allí un dinero.

Mi opinión sobre éste tema es que no me gusta esa moda, por varios motivos. El primero, es que yo, por ejemplo, no tuve una cuenta corriente, ni conozco a nadie que la haya tenido, y no sé qué consecuencias tendría al llegar la mayoría de edad (en sentido de malgastarlo, o no). En mi caso, el dinero que me daban cuando era bebé, mi madre lo guardaba en una hucha y lo iba gastando según yo necesitara cosas, como ropa, pañales o algún gasto extra relacionado conmigo. Hasta que no llegué a una edad en la que yo misma pude guardar mi dinero en mi hucha y entender bien lo que era recibir dinero y ahorrar para comprar cosas que yo quisiera, mi madre guardó allí mi dinero y lo gastó en mí, y sólo en mí. Siempre que necesité dinero, fuera para chuches, juguetes, o para salir cuando fui más mayor, mis padres me lo dieron de su bolsillo, no de mi cuenta bancaria.

Me parece un poco.... inconsciente, llenar una cuenta bancaria sabiendo que tu hijo cuando tenga 18 años podrá hacer con su dinero lo que quiera. Quizá a esa edad sea un hombrecito/mujercita responsable que sabrá que ése dinero no está para malgastarlo, pero tambien puede ser que sea un adolescente revolucionado cuya máxima ambición sea una moto, un coche, ropa de marca, salir los fines de semana o tener todos sus caprichos. Y podría ser que en dos meses, vuele todo ese dinero que guardaste durante tantos años.

Y creo que a no ser que seas una familia con mucha pasta, guardar dinero en cuentas corrientes, no merece la pena. Y no la merece porque creo que es tonto que si un mes tu hijo se rompe las gafas y necesitas 200 euros para unas nuevas, no puedas tocar su cuenta bancaria (porque no quieres), porque allí está su dinero ahorrado que tú le ingresas, y para ti es intocable.

Yo creo que el dinero que les dan a nuestros peques, estará bien gastado siendo en cosas de nuestros hijos. Y por ejemplo llegará un conflicto, cuando a los 5 años entienda que quiere su dinero de su cumple para comprar un juguete que le gusta, y aver cómo le explicas que no, que lo tienes que ingresar para que a los 18 tenga ahí sus ahorros. Pues no, no lo va a entender, y tendrás que darle su dinero del cumple (que para eso es suyo!).

Voy a poner un ejemplo (como siempre) con alguien de mi entorno. Se trata de un niño de 9 años, cuyos abuelos maternos tienen mucho dinero y mucha tontería. Éstos abuelos, aparte de los regalos, le ingresan 3000 euros para su cumpleaños, y otros 3000 para reyes, en la cuenta de dicho nene. Echando cuentas, un millón por año. Más dos que ingresaron nada más abrir la cartilla. El mes pasado, pregunté a dicho niño que qué le habían traido los reyes. Me dijo los regalos, y despues me dijo: Bueno y el dinero de mi abuelo, que me ingresa un millón al año y cuando tenga los 18 me ha dicho que podré irme de putas y de borracheras sin tener que pedirle dinero a la pesada de mi madre. (No os encandalícéis, éste niño su vocabulario consta de: tu puta madre, hija de puta, mira que tetas más gordas tiene esa, apártate o te pateo la puta boca... etc, por cortesía de su abuelo). Y me parece escalofriante, porque me lo imagino con 18 años y me echo a temblar.

No todos los casos son iguales, claro, ni todos los niños están tan malcriados y tan desorientados como lo está éste pobre niño, que oscila entre sus abuelos maternos, que se lo consienten todo, y su madre (que se lleva mal con sus padres) que intenta criarlo sin éxito.

Pero eso me hace pensar... que ese niño es totalmente consciente de que tiene dinero, mucho, en su cuenta, y de que cuando lleguen los ansiados 18, lo podrá usar a su antojo.

En fin, que yo no le he abierto una cuenta a Pelillos, ni se la abriré. Todo el dinero que recibe va directamente a su hucha, y sale de ella cuando necesita cosas exclusivamente para él, como pañales, ropita, calzado o cosas así. Y cuando sea más mayor, él aprenderá a ahorrar para tener su dinero ahí para lo que él quiera.

A fin de cuentas, todos nos hemos criado sin cuentas bancarias, y nos ha ido muy bien ¿no?.

jueves, 2 de febrero de 2012

Parecidos entre nosotros y nuestros hijos

Si hay algo que nos llena de orgullo (y satisfacción) es que nuestros hijos se parezcan a nosotros.

Yo soy de las que pienso que cuando un bebé nace, es complicado sacar un parecido. Están hinchados, quizás deformados por el parto, o simplemente son demasiado pequeñitos para poder sacar un parecido. Porsupuesto hay excepciones, bebés que son clones de su padre/madre desde que nacen.

Pero seamos realistas, hasta que no tienen 6 meses o más, no puedes realmente sacarle un parecido. A lo mejor al nacer te pareció que tenía tu nariz o tu boca, pero con el paso del tiempo ves que tiene la de su padre, su abuelo, su tia segunda, o que su nariz o su boca no se parece a la de ningún familiar.

Por ejemplo, cuando nació Pelillos y lo vimos por primera vez, dijimos al unísono: ¡Es igual que su primo J*!, y ¡Tiene la boca de mamá!.

Nada más lejos de la realidad, a día de hoy, con 11 meses, es un clon de su padre. Es idéntico a él. Salvo por los ojos, que los tiene azules, y vienen de mi parte (de mi abuela paterna). Pero no tiene nada mío. Hay gente que dice que se parece un poco a mi, pero no. La cruel realidad es que mi retoño no ha sacado nada mio.

Debería darle verguenza, ¡yo, que lo llevé 9 meses en mi barriga, pasando un embarazo horrible, un parto de perros! ¡Por lo menos podía haberse dignado a parecerse a mi!

Pero no todo está perdido. En el carácter, somos dos gotitas de agua. Tiene mi genio, mi buen humor, mi sonrisa al despertar, y es tan cariñoso como yo. Incluso mueve los pies para dormirse como lo hago yo. Son pequeños detalles que sólo los padres conocemos, porque, siendo sinceros, no procede que cuando por la calle alguien dice: ¡Es igual que su papá!, yo conteste: Señora, pues mueve los pies para dormirse como yo. No, no procede.
 
Mola mucho que se nos parezcan. Bueno, lo digo bajo la experiencia de papá de Pelillos, que se hincha como un pavo cada vez que alguien se lo dice. Yo me consuelo pensando que cuando sea más mayor la gente diga: Físicamente igual que su padre, pero uy, el carácter... de su madre.

Y para terminar, está mi caso. Yo no me parezco ni a mi padre ni a mi madre. Mi hermana tampoco. ¿Seremos adoptadas? No, las fotos de mi madre embarazada lo desmienten. Bueno, miento, tenemos pinceladas de los dos. Mi hermana ojos claros como mi padre, pelo liso y fino como lo de él... Yo morena como mi madre, ojos oscuros como ella.... Pero eso de: "Tienes las narices de tu padre", nunca lo hemos oido.